Influenciados por las canciones de The Police, nacidos en la era de la decadencia del poderío Soviético, y animados por una moda rebelde del punk inglés, surge una banda de jóvenes argentinos que, al mando de Gustavo Cerati, transformaron el rock español.
La historia cuenta que este geniecillo de la música quiso emular a sus ídolos y a inicios de los años ochenta forma una pequeña agrupación denominada Sauvage que hizo inagotables tocadas en el mundo universitario argentino. Empero el destino reservaba un lugar privilegiado a Cerati cuando por causas algo fortuitas conoce a Héctor “Zeta” Bosio y, después a Carlos Alberto Ficicchia (Charly Alberti). La banda, recién formada, se completó con Richard Coleman como acompañamiento de guitarra. Así empezaron los ensayos para crear temas y fusionar estilos. En esta etapa Coleman se retira voluntariamente y se sella el nacimiento de Soda Stereo.
Después de varias tocadas en discotecas de Río de la Plata, la suerte los sonríe cuando un productor discográfico los escucha y los convoca para editar su primer disco en 1984 donde reciben la colaboración de Federico Moura. Asimismo, adelantados a su tiempo, Soda lanzó antes que el disco un video promocional de la canción dietético y se presentó en cuanto programa radial podía. Desde entonces el éxito subió como la espuma y es innecesario recordar una trayectoria que solo sabe de odas y elogios.
Signos, grabado y editado en 1986, como canción y álbum representa el mejor trabajo de Soda Stereo en la época ochentena. Las canciones del LP están a un nivel superior de creatividad musical, la voz de Cerati está en su máxima madurez y las letras dejaron de ser frívolas y meramente rítmicas para ser piezas de arte y sensibilidad espiritual. Se aprecia fuerza y rabia en “No existes”, descontento y locura en “El rito” o magia y oscuridad en “Final de caja negra”.
La lista de las 20 mejores canciones de este grupo consolida a esta canción como la top por su riqueza en intensidad melódica y letra enigmática. Todo admirador de Soda, creo coincide en que se trata de una obra de arte que tuvo resonancia en su época y trasciende en el tiempo.
La elección de la mejor canción de los ochenta fue todo un desafío, el universo de las composiciones fue muy variado en géneros y estilos musicales. Son 10 años de grandiosas bandas e interpretes inolvidables que marcaron un hito en la historia. Tal vez la relación haya olvidado a un cantautor, solo diré en mi defensa que “en gustos y colores no han escrito los autores”. En algunos momentos una canción me pareció más importante que otra, esto obedece solo a momentos existenciales.
La brega entre “Contigo y sin ti” y “Cada aliento que tomas” de The Police, canciones que dejaron una marcada lluvia estelar en mi vida, fue comparable a una disyuntiva entre optar por la libertad o el amor. Pasé meses encontrando razones para esta decisión, consulta a colegas, revisión de especialistas y comentarios de muchos fanáticos. Si la relación la hubiese elaborado hace algunos años atrás, a ojos cerrados habría escogido a Police, pues, corresponde a una época algo sombría y de encuentro personal. El casete lo escuché tantas veces. Lado A y lado B, los reproduje hasta gastar el cabezal del equipo de sonido. Nunca me consideré un fanático de esta banda, pero esta canción convertía una lúgubre mañana en un edén.
Por su parte, “Contigo o sin ti”, evoca una etapa de alegrías y estabilidad emocional. Sella un período y abre un nuevo camino de sabiduría intelectual y afectiva. Es el encuentro con el amor eterno y los deveniros ingratos. El disco de vinilo de U2, fue objeto de goce personal y de escándalo para mis vecinos que soportaban una y otra vez, en las tardes al llegar del colegio, el glorioso sonido irlandés. En suma, U2 me transporta a una sensación más placentera y arranca demonios escondidos con cada acorde.
La banda originalmente compuesta por Larry Mullen Jr., Bono, Adam Clayton, Dave Evans y Dick Evans, se bautizó como el avión espía que fue derribado por los rusos en los días del nacimiento de Bono. U2 también es un juego de palabras, you too en inglés significa «tú también».
En otoño de 1979, lanzó su single debut, U2 Three, sólo para Irlanda donde encabezó las listas. En 1980, firman por Island Records y sacan su álbum debut, Boy, producido por Steve Lillywhite que tuvo mucho acogida e inicia el sendero de éxitos del grupo.
With or Without You hace brotar la grandeza del amor y también muestra la sed insaciable de llegar a la plenitud de la felicidad, aun sacrificando al ser amado. “Tú das todo y yo quiero alcanzar más”, dice parte de la letra, emanando pasión y furia contenida. Las letras de Bono evocan experiencias propias y sirven de expectorante frente a la algarabía de la fama. “Siempre creí que la música es algo trascendente, algo conciliador”, afirmó el líder de la banda irlandesaa la Revista Spin (2002).
Aunque la letra no contiene un registro superestándar y su contenido sea más poético que literal, la canción se sostiene en una composición de guitarra, bajo, batería y teclado colosal que marca de manera precisa los tiempos y la vértice de la melodía. Es la voz de Bono la que le imprime un carácter mágico y genera una descarga eléctrica a nuestro cerebro.
Al escuchar “Contigo o sin ti”, uno imagina que sube a una cresta donde existe un paraje grandilocuente y disfruta la brisa en el trayecto. Luego, la sensación de furorlo invade a uno, se acelera el corazón y el palpitación llega al límite. Al final de la melodía nos transportamos a un Nirvana y yacemos extasiados de la experiencia musical.